Datos históricos / Descripción
La voz “tambo” es de origen quechua (“tampu”) y representa las construcciones de la época incaica en la región andina que estaban ubicadas en el camino del inca, distanciadas entre veintidós y veinticinco kilómetros.
Fueron sitios de aprovisionamiento y pernocte de los súbditos incarios. A fines del siglo XV los incas extendieron su dominio hasta el noroeste de Mendoza. Los tambos cumplieron su función durante los cincuenta a sesenta años que duró el dominio inca. La región constituyó el extremo austral – oriental del Collasuyo, porción a su vez del Tahuantinsuyo, o dominio de las cuatro regiones unidas con el centro, Cuzco (ombligo del mundo incaico).
La funcionalidad de los tambos, en muchos casos, excedía la de meras posadas puesto que incluían recintos para las manufacturas estatales u otras funciones, constituyéndose algunos en centros administrativos locales y regionales.
Los “tambos” están configurados según un patrón arquitectónico que incluye una “cancha”; plazas intramuros; corrales, entre otros.
Es una estructura realizada con muros de pirca (piedras).
Estos incluyen a su vez recintos de paredes adosadas al muro principal o a los secundarios que solían servir de habitaciones o depósitos generalmente abiertos a espacios internos, patios de tareas domésticas, de preparación de utensilios y corrales, entre otros.
El Tambo de Tambillos es uno de los sitios arqueológicos asociados al tramo Ciénaga de Yalguaraz- Puente del Inca, del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se encuentra dentro de la Estancia Los Tambillos, perteneciente a la familia Zapata.
El sitio se relaciona directamente y está atravesado por el camino que consolidara durante su expansión el Estado Incaico y fueron delimitados tres sectores. El sector I demostró, mediante las excavaciones arqueológicas, una funcionalidad ligada a la manufactura cerámica.
El sitio se conoce desde la época colonial. En lo referido a las investigaciones científicas, fueron varios reconocidos profesionales los que se interesaron por estudiar este registro, entre ellos: Carlos Rusconi, Juan Schobinger y más recientemente Dr. Roberto Bárcena.